martes, 22 de marzo de 2022

SOBRE AVISO.

Y allí estaba yo con la escopeta de caza esperando que la manipuladora de mi novia saliera de casa de sus padres.
Estaba dispuesto a acabar con ella si no fuera porque apareció con mis dos hijos y un tipo al que no conocía de nada.
Aquello me desconcertó por completo, la muy zorra ya me había reemplazado y no soportaba la idea de que mis hijos se fueran a criar con una persona extraña.

Salí del coche, avancé unos metros y apunté primero a mi novia.
¡A la mierda la orden de alejamiento!
Pero no pude disparar, era la madre de mis hijos.
Entonces apunté al cabrón que estaba usurpando mi puesto y disparé, pero con tan mala suerte que no le di.

Todo se descontroló, llamé a mis hijos para que vinieran conmigo pero tuve que perseguirlos hasta que los alcancé.
¡Ya no reconocéis a vuestro padre, desagradecidos!

Volví al coche y les metí dentro, iba a largarme cuando antes de montar sentí como una bala atravesaba mi hombro, el muy cabrón tenía una pistola.
Intenté huir pero el dolor era tan fuerte que no podía conducir.
Lo pensé, os juro que lo pensé muy bien.
Saqué a mis hijos del coche y le grité al cabrón si tenía las pelotas para dispararme delante de mis hijos.
El cabrón intentó tranquilizarme, me dijo que era policía, que nadie tenía que salir herido de allí.

Mentiroso, yo ya estaba herido psicológicamente pues la zorra quería la custodia completa de mis hijos. Y eso no iba a pasar nunca.
Mientras apuntaba al cabrón del policía no podía dejar de pensar la manera de resolver la situación.
La zorra gritaba ¡devuélveme a mis hijos!
Entonces lo vi claro e hice lo que tenía que hacer.

Os juro que no sufrieron, eran unos chicos listos pero si no se venían conmigo no irían con nadie más.
Mientras la zorra lloraba yo tenía preparada la escopeta para mi tiro de gracia. Pero entonces me alcanzó de lleno otra bala del maldito cabrón.

Me desperté en el hospital. Me habían salvado la vida de milagro.

Me procesaron y me metieron en la cárcel con una pena de 23 años de reclusión.
Desde entonces busco la manera de suicidarme porque he perdido lo que más quería.




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