martes, 22 de marzo de 2022

ASCENSOR.

-         Hola

-         Hola

-         Espera, que te abro la puerta del ascensor.

-         Gracias.

-         De nada. Es que siempre se atasca. ¡Ah! Pues parece que la han arreglado.

-         Sí, eso parece...

-         Pasa tú que vas cargada de bolsas.

-         Muchas gracias.

-         ¿A qué piso vas?

-         Al último.

-         No te lo vas a creer pero yo también voy al quinto.

-         No me digas...

-         ¿Y ese ruido? No es normal.

-         Sí que es normal, cuando llega al tercero se suele parar.

-         Vaya, pues entonces nos hemos quedado encerrados.

-         Lo que me faltaba.

-         ¿Tienes prisa, Isabel?

-         Un momento. ¿Cómo sabes mi nombre?

-         Te llamas Isabel Pérez de la Coba, tienes 33 años y eres de Logroño.

-         ¿Quién eres? ¿Por qué sabes esas cosas sobre mi?

-         Eso no importa. Lo que importa es que vas a morir.

-         ¿Qué dices? ¿Por qué?

-         Tranquila. Eso he estado pensando yo. Alguien tan dulce y tan guapa no merece morir. Además me he enamorado de ti y ahora mismo estoy deseando besarte.

-         Quita, baboso.

-         ¿Prefieres morir? Te estoy dando una oportunidad, guapa.

-         Cosa que no voy a hacer yo, Ernesto.

-         ¿Qué has dicho?

-         He dicho Ernesto, Ernesto López Marín. Tienes 38 años y eres de aquí, de Madrid.

-         No entiendo nada.

-         Deberías saber que las deudas de juego se pagan. Ya te hemos dado dos oportunidades, Ernesto.

-         ¿Y qué vas a hacer? ¿Matarme a mordiscos?

-         No, querido. Llevo apuntándote todo el tiempo con una pistola que llevo escondida en el bolso.



No hay comentarios:

Publicar un comentario