martes, 22 de marzo de 2022

OUIJAJAJAJA (Especial semana de Halloween).


Oscuridad iluminada con candelabros de velas negras. El tablero en el centro del pentáculo. Todos vestidos con túnicas de negro ébano. El Necronomicón abierto por la página correcta. Vamos a invocar al Diablo.

Todos sentados alrededor del círculo que forman las cinco puntas de la estrella. Silencio sepulcral y todos preparados.

Todos a la vez recitando la invocación para entrar en trance, para comunicarnos con el Maligno. Dedos índices que reposan en el puntero de madera triangular.

Algo va mal... No es posible. Hemos derramado nuestra sangre en el cuenco, la invocación es la correcta, la tabla es de anticuario, el pentáculo es una fiel reproducción.

Esperad.. La puerta del habitáculo se abre... Una figura esperpéntica está a punto de entrar. Elevamos el tono del cántico final para que sepa que es bienvenido a entrar.

La figura se mueve torpemente como arrastrándose. Está a punto de entrar. Lo estamos consiguiendo. Gritamos con fe: ¡Belcebú manifiéstate!

De repente un fogonazo de luz nos ciega y por fin oímos su voz:

- ¡Qué Belcebú ni que ocho cuartos! Te he dicho mil veces que no entres en el taller de tu difunto abuelo, leñe - dice mi abuela agitando su andador.



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