A mi padre le diagnosticaron cáncer de hígado y tras un severo tratamiento de inmunoterapia, los efectos secundarios han sido terribles.
Afortunadamente hace un par de semanas le retiraron el tratamiento pero los efectos secundarios van a peor así que le recetaron morfina.
Cosa que aproveché yo para tomar una caja para mi y no dudé en tomarla. Sentía como vi cerebro se expandía, mi cuerpo se acolchaba.
Después vino a culpa y el remordimiento. Después de dos años y medio limpio acababa de caer en una trampa. Me sentía avergonzado, triste, hundido.
Acudí inmediatamente a terapia y me convencieron de que había sido una piedra en el camino, algo que ya pasó y que tengo seguir en el camino, en la brecha. Alejarme de tentaciones.
Me siento aturdido, como en una vuelta atrás regresiva en el tiempo, como si empezará de nuevo con mis adicciones.
Dicen que es normal pero yo no me encuentro así.
El sol se ha escondido hace un día nuboso.
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