¡Qué noche la de aquel día! Recuerdo como si fuera ayer que no me enteré del gol de Iniesta en directo, que sólo vi entrar el gol en la portería y la dedicatoria a Jarque. Sentimientos mutuos, parque de las Avenidas, donde todos quedamos para celebrarlo con María. Por un momento todo es alegría, nadie se acuerda del paro, de los incendios, de la sequía. España recupera la ilusión, el buen rollo y la armonía. Futuro Iniesta de mi vida, haznos aprender que lo malo también se acaba algún día, que hay que creer hasta el final en esta vida.
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