sábado, 2 de abril de 2022

¡VAYA DÍA! (Homenaje a las víctimas y a los que viven con sus secuelas).

Llego tarde, llego tarde, llego tardísimo. Me he quedado dormido... ¡Puto despertador made in china! Desayuno un café y listo. Mejor me tomo el café por ahí. Me ducho? (Hago el gesto de olerme los sobacos). Esto se soluciona con un poco de desodorante, bueno... em... por un poco más no pasa nada.
¡Madre mía! Ya tendría que haber salido y no me he vestido todavía. a ver... que me pongo... Lo de ayer está bien.

¿Llevo todo? Espera... La documentación, la billetera. ¿Dónde la puse ahora?
Uff ¡qué susto! Estaba debajo de la cama. Pero ya no llego a mi hora. Son las 7:15. Salgo a la carrera a coger el bus, no llego al de las 7:30 ¡mierda! Salgo de los tornos a una velocidad pasmosa pero el tren se me cierra en la cara. ¡Maldita sea! No hay derecho, es mi primer día de trabajo, qué impresión les voy a dar.

¿Suenan fuegos artificiales? ¿A estas horas? No entiendo.

Frente a la cámara se me escapan unos lagrimones, el cámara me echa la bronca porque llevamos cuatro tomas para una frase:
Hoy 11 de marzo de 2004 entre las 07:36 y las 07:40, se han producido diez explosiones casi simultáneas en cuatro trenes de Madrid. Más tarde, y tras un intento de desactivación, la policía ha detonado de forma controlada dos artefactos que no habían estallado.
No se lo he dicho a nadie pero yo debería haber muerto en uno de esos trenes y sin embargo estoy vivo. No es justo.

NOTA*: es texto está basado en la historia de un compañero de trabajo que se salvó por llegar tarde a uno de los trenes. Y aprovecho para rendir homenaje a las víctimas.


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